Para responder, comenzaré describiendo la dieta, la que, muy comúnmente se relaciona con “matarse de hambre” o “comer pura lechuguita”, y probablemente se deba a la inclinación al alza en las últimas décadas de diversas “dietas” milagrosas de moda que, o usan los famosos, o que le funcionó a la vecina … “¡ay! si yo bajé 10 kg en 2 semanas con tal y cual dieta, dicen”. Es claro… socialmente se han impuesto estándares de belleza que resaltan la figura raquítica de la barbie, tan idealizada como irreal.
Desde hoy, sabremos que la dieta (del griego DAYTA, significa Régimen de vida), y son las preferencias alimentarias, según sus propias costumbres y hábitos, creados a lo largo de todo su proceso de vida. Al hablar de dieta estamos hablando de: la selección del tipo de alimento, tiempos de comida, frecuencia de consumo, cantidad, espacio de alimentación, compañía del proceso de alimentar, etc… en simples palabras es “el modelo de alimentación que sigue una persona”. En base esta información, podemos tomar la opción de mantener una dieta saludable o una dieta no saludable; eso es todo. Cada uno de nosotros hace una dieta diaria que se rompe con el des-ayuno (sí, todos ayunamos, pero ese es otro tema). Ahora que sabemos que cada una de nosotras lleva una dieta diaria; la pregunta es ¿cómo quiero que sea la calidad de mi dieta?
Al buscar la definición de SALUDABLE, se refiere a que: es beneficioso para la salud o que goza de buena salud y tiene aspecto sano.
Por mi parte, crearé una palabra compuesta (en espanglish) para explicarlo y lo separaré de esta manera Saludable
Salud: estado de completo bienestar, objetivo o subjetivo y que engloba ámbitos de la vida como física, emocional, espiritual, familiar, laboral, etc.
Able: Del verbo “able to” en inglés. Significa poder, capaz de, competente.
Por lo tanto, la palabra saludable nos invita a poder lograr el bienestar que cada una necesita, porque sólo tú puedes estimular, trabajar tu propia salud en base a lo que te haga sentir mejor. Algunos se enfocarán en lo emocional, otros en lo familiar, y así, individualmente con atención en todos los aspectos que nos modulan como seres humanos.
Desde la visión de la dieta saludable, la invitación es buscar el equilibrio en el consumo de alimentos naturales, en una frecuencia que se acomode al estilo de vida y tiempos, que el proceso sea consciente, y que la alimentación diaria sea disfrutable… ¡Definitivamente, la comida es un placer!