Hasta hace poco, antes de la actual situación de pandemia, nuestro país atravesaba por una de las mayores transformaciones sociales de nuestra historia. Las manifestaciones feministas de los últimos años (la mayor de todas el 8 de marzo del 2019) y el estallido social que movilizó a millones de chilenos poruna sociedad más justa, son prueba de ello.
Dentro de las demandas, muchas y urgentes dentro del movimiento feminista nacional, destaca el cese definitivo de todas las violencias de género de las cuales son víctimas las mujeres. Poco después, nos hemos visto en una emergencia sanitaria que nos ha obligado al confinamiento. Esto fue especialmente complejo para mujeres que sufren violencia de género intrafamiliar. Las denuncias por este tipo de violencia aumentaron considerablemente. Lo preocupante, es que la violencia de género contra las mujeres es ejercida mayoritariamente (o casi siempre) por sus parejas o exparejas.
Cómo contribuir al cese definitivo de la violencia desde las masculinidades, específicamente desde las nuevas masculinidades en un contexto actual, cómo avanzar en la erradicación definitiva de la violencia de género y contribuir a la igualdad definitiva entre mujeres y hombres, son temas de vital relevancia.
No todos los hombres son iguales, la literatura científica lo respalda. Hay hombres que ejercen poder y violencia, mientras que otros son cómplices silenciosos. Pero también hay hombres que viven y trabajan por una sociedad sin violencia contra las mujeres, una sociedad igualitaria para mujeres y hombres…
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