Por Natalia Rodríguez, alumna en práctica de periodismo, Universidad de La Frontera
El incesante trabajo creativo y colaborativo de la compositora de 24 años, Karina Ruiz Arriagada -Giyil-, se ve reflejado en su disco de larga duración “Frágil” (2021) en el cual entre las 12 canciones que lo componen se encuentra la pieza de 3:23 “Príncipe Azul” que estrenó su videoclip el pasado 14 de octubre a las 20:30 horas.
Inspirada por relatos de personas que iniciaron su proceso de transición de género, la cantautora y productora musical penquista, ha sentido la necesidad de transmitir un mensaje de comprensión a través de este nuevo trabajo. \»Si bien no habla directamente de procesos de transición, intenta generar conciencia con respecto a las etiquetas que se nos ponen y que aquellas personas que no lo aceptan son el problema\» relata Giyil.
Cuestionamientos a su versión pasada y haberse dejado influenciar por comentarios y estereotipos sobre cómo debía ser, fueron parte de la inspiración para la composición del primer álbum de la artista. “Las etiquetas no definen quién eres, es un error de fábrica como cuando piensas que hay algo que arreglar, por no sentirte igual” es parte de la letra de Príncipe Azul.
El videoclip, realizado y dirigido por Alonso Tapia, muestra metafóricamente una historia donde una princesa espera – o en este caso busca – a su príncipe azul y logra encontrarlo. Sin embargo, es un príncipe diferente, el que en realidad buscaba romper el hechizo de amor verdadero de un sapo, es decir de otro príncipe.
Si bien el contexto de transformaciones sociales, crisis sanitaria y pandemia global ha trastocado especialmente aquellos espacios creativos como este con la cancelación o aplazamiento de numerosos eventos musicales, festivales, giras, conciertos, espectáculos de premios y similares, Giyil utilizó este momento y su tiempo para terminar de consolidar un cancionero propio que exhibe sus mejores resultados de producción y textos, en sintonía con su crecimiento como autora de canciones pop juvenil.
Mujeres y la industria musical
“Los cuentos de hada no existen, es una falsa realidad, muestran personas perfectas en un mundo irreal” continúa la lírica de “Príncipe Azul”. Y el mundo que parece irreal en su desigualdad es también el que se presenta en el ámbito de la música, según los datos de StubHub (2018) entre los 50 artistas más vendidos sólo hay un 22% de mujeres frente a un 78% de hombres.
La industria musical es un terreno que ha sido históricamente controlado por hombres y donde la presencia femenina se mantiene escasa, aunque se han visto avances en ciertos aspectos. Solo un 13% de los cerca de 11 mil músicos afiliados a la Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales son mujeres. Es importante conocer como los roles de género también se reproducen en la música, donde la mujer sigue siendo una presencia marginal dentro de ella, en especial abajo del escenario.
Según la organización sin fines de lucro cuya misión es promover el avance de las mujeres en la producción musical y las artes de grabación, Women\’s Audio Mission, existen menos de 5% de mujeres productoras o ingenieros de sonido en el mundo.
Pese a este escenario y luego de su debut con el EP “Sempiterno” durante el 2018, Giyil tuvo la oportunidad de abrir el espectáculo de la cantante nacional Denise Rosenthal en el Teatro Universidad de Concepción, lo que fue muy bien recibido por las audiencias llevándola a posicionarse como una de las artistas con mayor proyección de la región del Biobío.
La canción cierra con la frase “Los cuentos de hadas no existen”, tratando de explicar de cierta manera que los cuentos de hadas sólo hacen daño al estereotipar el amor y nuestras formas de expresarnos. La invitación es a revisar el videoclip ya disponible en el canal de YouTube de Giyil y a seguir abriendo los espacios a artistas de diferentes ámbitos para derribar los tabús de temáticas como como la vulnerabilidad, la desnudez, la violencia de género y la sanación.
Link del videoclip: https://www.youtube.com/c/GIYILmusica/featured