Francisca Gaete Aguirre “El llamado es a manifestar desde las distintas veredas un rechazo pleno hacia la violencia basada en género y a defender y cuidar lo logrado”

¿Existe algún tipo de patrón visible en los casos de violencia de género? ¿Frente a qué señales debemos estar alertas?

-La violencia es un fenómeno transversal donde cualquier persona, mujer u hombre puede ser víctima o victimario, porque es un fenómeno social aprendido, y en el caso de las mujeres las probabilidades de que sea víctima violencia es del 100%: (violencia en contexto de relación sexo-afectiva, violencia estatal, acoso sexual callejero, violencia ginecobstetrica entre otras). En el caso de una relación se-afectiva 1 de 4 mujeres aproximadamente han sido víctimas de violencia o lo serán, ya sea psicológica, física, sexual o económica.

¿Cuáles son las huellas que puede dejar la violencia en las víctimas a nivel psicológico?

-Vamos a estar frente a una persona que se va a retraer ante la sociedad,  que va a ser más temerosa y que quizás no va tomar decisiones por sí misma o  nunca aprendió a tomar porque había un hombre que las tomaba por ella. Es alguien que le va a costar confiar en el resto, por lo mismo le será más difícil tener relaciones interpersonales sanas, de hecho, existen altas probabilidades de que una mujer que es víctima de violencia vuelva a estar en una relación de este tipo, de ahí la importancia de acompañar a las mujeres agredidas por razones de identidad de género desde un enfoque multidisciplinario, pero fundamentalmente con enfoque de derechos humanos, de género e interseccional (distintas situaciones de vulnerabilidad)

¿De qué forma se pueden romper esos patrones y ayudar a la víctima en su proceso de sanación?

-La violencia es un problema del cual  la sociedad completa es responsable, al tolerar ciertos comportamientos y actitudes, aquellas conductas que llamamos machistas que se sustentan en un modelo patriarcal y heteronormado. En el momento en el que la sociedad rechace el patriarcado como institución, ahí  recién vamos a tener relaciones sanas, pero para que eso ocurra son las personas con privilegios quienes deberán ceder y no solo la mujer avanzar en derechos, es decir los hombres blancos heterosexuales deben decir de cooptar el poder. También es necesario que una persona víctima de violencia tenga la certeza de que vive en una sociedad que rechaza la violencia, que cuenta con un sistema que justo y un Ministerio de la Mujer que va a respaldar todas las políticas sociales y públicas, y para que tenga y tengamos esa certeza tenemos que seguir trabajando como servicio y como ministerio en política públicas que favorecer el ejercicio plenos de los derechos de las mujeres sin retroceder jamás.

Actualmente, hay ayuda psicológica, social y legal  por medio de SernamEG. Se trabaja tanto de manera individual como en grupos de apoyo. Y el punto de partida es un enfoque de género, de derechos humanos, e interseccionalidad. También tenemos que sumar a las personas que no están siendo víctimas de violencia en una relación sexo-afectiva y es a través del programa de prevención que se trabaja desde la línea de difusión, sensibilización y desde la capacitación a agentes preventivos y monitores juveniles para educar a la población en relaciones sanas, respeto, y buen trato hacia todas las mujeres en toda su diversidad.

Y en esa línea ¿Qué otros programas desarrolla SernamEG ?

-Trabajamos por las autonomías de las mujeres, a nivel económico, físico y político y eso lo podemos ver en diferentes programas como: “Mujer y Trabajo”, “Mujer y Participación Política”, “Mujer, Sexualidad y Maternidad” (también enfocado en diversidad sexual) y la Unidad de Prevención de Violencia en Contra Las Mujeres, donde estoy yo.

Está también la línea de atención y de prevención. Actualmente tenemos 15 centros de las mujeres en la región del Biobío, que cuentan con equipos multidisciplinarios y atención gratuita para mujeres que pueden acudir sin que hayan realizado una denuncia. Los únicos requisitos son ser víctima de violencia y ser mayor de 18 años.

Cerrando el mes de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y pensando que quedan muchos desafíos pendientes ¿Qué mensaje final entregaría en ese marco?

-El mensaje es que se confíe en esta institución porque a pesar de que nos falta mucho, en términos de aprendizajes y recursos para dar respuesta a todo lo que quisiéramos, en ella trabajamos personas con vocación, con experiencia en la temática y la mayoría hemos sido víctimas de discriminación o de  violencia porque somos casi todas mujeres, por  tanto no es algo ajeno para nosotras. Somos funcionarias y funcionarios públicos y nuestro deber es estar al servicio de la gente. Siempre podemos mejorar, hay cosas de dependen de nosotras(os y otras que no, pero siempre es bueno recibir la crítica de quienes saben más, sobre todo de las mujeres que históricamente han estado en las calles luchado por y para nosotras y que sin duda, sin ella no existiría este Servicio que ha atendido a millones de mujeres.

El 25 de noviembre fue un día de conmemoración, de memoria, de recuerdos, de lucha, de marcha, de no silenciarnos nunca más, un día más para alzar la voz, sobre todo por aquellas mujeres que ya no pueden hablar. El llamado es a manifestar desde las distintas veredas un rechazo pleno hacia la violencia basada en género y a defender y cuidar lo logrado.