En el marco de las campañas por nuestra emancipación nacional, las mujeres en general no participaron en el campo de batalla, a diferencia de otras naciones de nuestro continente, donde muchas de ellas incluso perdieron la vida por la lucha de su independencia. La diferencia radica en que, si bien fueron minoría, dado el machismo imperante en la época, su participación resultó fundamental en el ámbito del proselitismo ideológico, aprovechando que tenían acceso a la cultura educacional.
Cabe recordar que hasta mediados el siglo XIX, la mujer en Chile no tenía acceso a cargos políticos, independiente de su estrato social. Incluso las mujeres provenientes de la aristocracia no tenían un futuro en la sociedad civil, quedando relegadas a ser la “esposa de tal autoridad” o bien ingresando a un convento.
El historiador nacional Vicente Grez (1847-1909) fue uno de los primeros investigadores en rescatar el papel de la mujer en la lucha por nuestra emancipación, en su obra titulada: “Las mujeres de la Independencia” (1878), que pueden consultar en el sitio Memoria Chilena. El autor les dio el carácter de heroínas, destacando en su prólogo que cito: \»Se ha creído siempre que la mujer chilena nació esclusivamente para el encanto i el cariño del hogar, para la administración doméstica, para el cuidado de los hijos, cuando ha sido ella la que ha trasmitido de jeneración en jeneración las nobles virtudes que constituyen los distintivos esenciales de nuestro carácter: el amor a la patria que principia en la familia, el valor personal hijo de las convicciones heroicas, la moralidad pública i privada, fruto de los buenos ejemplos(…) ( ortografía de la época).
Paula Jaraquemada y las mujeres por la Independencia de Chile.
Posteriormente un oficial realista llega a su hacienda con el fin de obtener insumos para abastecer a su tropa. El capitán le exigió las llaves de su bodega y Doña Paula Jaraquemada se negó al pedido. El oficial insistió en su orden, bajo amenaza de incendiar el lugar. Ella se negó nuevamente y acercó su pecho a las bayonetas de los godos, dando cuenta que prefería morir antes que ceder. En paralelo y con el fin e intimidar a los intrusos, de manera violenta da vuelta un brasero dando cuenta que estaba dispuesta a quemar su casona antes de permitirles su ingreso. Ante su actitud, la tropa realista debe abandonar la hacienda.
Este valiente gesto de Paula Jaraquemada permitió salvar buena parte del ejército patriota y contribuir a la victoria en la Batalla de Maipú del 5 de abril del citado año-
(Fuente Memoria Chilena)