Hace un mes conmemoramos un nuevo aniversario de la fundación de Concepción (5 de octubre de 1550) y en ese marco es necesario recordar a destacadas mujeres que contribuyeron a forjar nuestro pasado penquista. En este caso nos abocaremos al periodo de la independencia.
Cabe recordar que Concepción fue la cuna de la independencia de nuestro país. Muchas mujeres de forma anónima contribuyeron con la causa, dando su vida inclusive en las campañas militares. Entre ellas se destaca el caso de doña Candelaria Soto San Martín (1801-1875), quien enfrentó al militar realista José Ordóñez (1789-1819). Ese último intentó secuestrarla, ante la negativa de Candelaria de comprometerse con él. Como represalia el oficial Ordóñez acusó a ella y su familia de supuestamente esconder fuerzas patriotas en sus tierras y ordenó su cautiverio en la antigua fortaleza de Penco (ciudad que dicho sea de paso es donde Concepción tuvo su origen). Posteriormente ella y su madre lograron escapar, mostrando su temple y valentía.
En esta época también se destaca a doña María de las Nieves Urrutia y Manzano (1777- 1850). La historia la recuerda como la cónyuge del prócer de la independencia, Juan Martínez de Rozas. Pero, tuvo un papel protagónico en el proceso de la emancipación, dado que le proporcionó a Rozas una nutrida red de contactos de personalidades de la aristocracia criolla adepta la causa, que le permitió poder llevar a cabo su cometido político. Algo que no era fácil en la época, tomando en cuenta que la mujer no tenía derechos políticos, independiente de su posición social.
Uno de los casos más dramáticos es la doña Cornelia Olivares. Nació en Chillán a finales del siglo XVIII y al momento de estallar el proceso de Independencia, no dudó en unirse a la causa patriota, colaborando en la difusión de ideas revolucionarias en los espacios públicos de la ciudad. Las fuerzas realistas se enteraron de sus actos y la detuvieron. Cornelia Olivares no mostró arrepentimiento de sus actos, y reafirmó su conducta de luchar por la causa patriota ante sus captores realistas.
Como castigo le cortaron las cejas, le rapan la cabeza y la expusieron públicamente en la Plaza de Armas de Chillán Cuando es liberada, Bernardo O\’Higgins la condecora por su lealtad a la causa, con el título \»Ciudadana Benemérita de la Patria\». Si bien ella no es de Concepción, comparto su acto de en esta columna, que, gracias a su valentía, se permitió declarar la Independencia de Chile en nuestra zona aquel 1 de enero de 1818.
Por Francisco Darmendrail Salvo. Director Honorario del Instituto José Miguel Carrera.