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Pía Turner, directora ejecutiva de FondoAFondo: “El financiamiento para una fundación nunca va a ser un fin en sí mismo. El fin va a ser cumplir su propósito y generar impacto social”

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¿Cómo surge el proyecto FondoAFondo y cuál es su propósito?

FondoAFondo es un programa articulado por Fundación Olivo, Fundación Avina, Fundación Colunga, Fundación Dinero y Conciencia, y la Comunidad de Organizaciones Solidarias, en alianza con la Fundación Interamericana. Esta iniciativa nació en plena pandemia, pensando en todas aquellas organizaciones de la sociedad civil que trabajan con los grupos más vulnerables de Chile y que producto de este contexto estaban en serio riesgo de tener que cerrar sus puertas o reducir considerablemente sus operaciones.

¿De qué forma fue aplicado el proyecto?

Se levantó un fondo de más de 500 millones de pesos para poder apoyar a estas fundaciones y se distribuyó a través de dos llamados a 25 entidades. Se les entregaron los recursos con total libertad para que ellos pudieran asignarlos a los gastos más necesarios y así pudieran sobrevivir al mal momento causado por la pandemia. Luego que terminó la crisis sanitaria, decidimos continuar con nuestro programa reformulando el propósito y  buscando aportar a maximizar el impacto social de las organizaciones de la sociedad civil a través del apoyo a su sostenibilidad financiera.

¿Qué aspectos considera este concepto y cómo conecta con las organizaciones?

Es muy difícil encontrar una explicación exacta de sostenibilidad financiera. Es por eso que tuvimos que armar nuestra propia definición. Para nosotros, es cuando una organización es capaz de atraer y utilizar de forma eficaz fondos suficientes y apropiados para lograr los objetivos de largo plazo, a la vez que tiene la estabilidad presupuestaria para poder afrontar la contingencia.

Sabemos que es difícil conseguir los recursos, sin embargo, no debemos olvidar que el financiamiento para una fundación nunca va a ser un fin en sí mismo. El fin va a ser cumplir su propósito y generar impacto social. En ese contexto, es importante tener una visión de largo plazo evitando compromisos que sirven solamente para salir del paso.

¿Cómo ha afectado la pandemia, como evento contingente, a las organizaciones y qué otros factores considera que han contribuido al debilitamiento financiero?

Creemos que en el caso de las organizaciones, su problema de sostenibilidad financiera no está causado por la pandemia, ni por el estallido social, sino que por causas bastante más profundas propias de cómo funciona el ecosistema de la sociedad civil en Chile.

Por el caso Convenios, las fundaciones hoy en día están sumamente golpeadas, ya que por malas prácticas de algunas organizaciones ha aumentado la desconfianza hacia la gran mayoría de las instituciones en Chile.

¿Hay un desafío entonces respecto a la credibilidad?

Por una parte, yo creo que todos los chilenos conocemos alguna fundación que hace un trabajo muy importante para solucionar problemas sociales, sin embargo, en estos momentos, obviamente es de esperar que con un caso tan mediático como Convenios, todas se vean afectadas.

El año pasado Cadem levantó una encuesta que hablaba acerca de cómo a la ciudadanía le gustaría saber más sobre el origen, los resultados y el financiamiento de cada una de las organizaciones de la sociedad civil, por lo que ahí tenemos  un espacio bastante claro sobre cómo tienen que avanzar para volver a aumentar su credibilidad ante la sociedad.

¿Cómo se está gestando FondoAFondo bajo este contexto?

Creemos que una fundación que cuenta con esta estabilidad presupuestaria va a tener mucho más recursos y energía para poder dedicarse a lo que sabe hacer mejor y tener impacto social, en vez de estar constantemente preocupados por el financiamiento.

Frente a la falta de información para llevar a cabo esto en la práctica, decidimos partir por un piloto el año pasado para apoyar a ocho organizaciones en el desarrollo de un diagnóstico y el diseño de su propia estrategia de sostenibilidad financiera, con ayuda de consultores. Hoy, estamos prontos a poder devolver a estas organizaciones nuestros comentarios sobre la estrategia.

¿Cómo ha sido la recepción de las entidades que han participado a la fecha?

Vemos que el programa fue altamente valorado, de hecho en otras entrevistas que tuvimos con cada una de las ocho organizaciones de la convocatoria 2023, todas ellas dijeron que ya estaban implementando cambios en la manera de gestionar sus organizaciones para poder ser más sostenibles financieramente y que estos cambios obviamente habían surgido en el contexto de la convocatoria y del trabajo que hicieron con los consultores del 2023.

¿Hay novedades sobre la convocatoria 2024, luego de este plan piloto?

En marzo lanzamos una convocatoria para poder seleccionar a 10 organizaciones en un programa que ya empieza a consolidarse y en el cual hemos podido integrar todos los aprendizajes del piloto del 2023. Uno de nuestros dolores es que en general postulan menos organizaciones de regiones, es por eso que viajamos, por ejemplo, hasta Temuco para poder hacer un encuentro presencial con fundaciones de La Araucanía y así contarles sobre nuestra convocatoria.

La invitación es a que puedan postular y estén atentos/as a las redes sociales de nuestros articuladores. Este año esperamos seguir con nuestras charlas abiertas y queremos lanzar un instrumento para que cualquier organización de la sociedad civil pueda evaluar su situación financiera.

Para más información sobre la iniciativa, las postulaciones estarán abiertas hasta el día 7 de abril a través de https://www.olivo.org/fondoafondo2024

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