Disciplina, perseverancia y habilidades excepcionales en el tatami han permitido a las mujeres karatecas destacar en numerosas competencias, convirtiéndose en referentes inspiradores para las nuevas generaciones. Sin embargo, a pesar de sus logros, el respaldo económico sigue siendo un tema crucial para facilitar sus futuras participaciones. ¿Cómo han experimentado y superado estos desafíos tres destacadas exponentes para seguir representando a Chile?
Nicole Zúñiga, de 22 años, lleva más de una década dedicada al karate, inspirada por la experiencia de su padre en esta disciplina. Convencida de su pasión, Nicole ha alcanzado hitos importantes en su carrera, coincidiendo con el crecimiento de la participación femenina en este deporte. “Comencé a entrenar karate a los 10 años. En ese tiempo, había pocas chicas en los dojos; solía haber 2 mujeres por cada 10 hombres. Sin embargo, en mi actual dojo, Clan Cerna, la mayoría somos mujeres. La evolución en el karate femenino también ha sido impulsada por la mayor presencia de instructoras, lo que genera un ambiente más grato y de mayor confianza”, comentó Zúñiga.
Nicole empezó a competir profesionalmente a los 14 años y, a los 17, participó en su primer campeonato internacional en Colombia, donde ganó el primer lugar en el Panamericano de Cúcuta. Este fue solo el comienzo de una carrera en ascenso, cosechando éxitos bajo los títulos de campeona nacional, panamericana y, recientemente, mundial.
“Hace un año y medio empecé a levantarme a las cinco de la mañana, tres días a la semana, para entrenar antes de ir a la universidad, ya que también soy estudiante de cuarto año de Medicina Veterinaria. Fue una preparación intensa, y a pesar de una lesión una semana antes de viajar, decidí darlo todo”, comentó Nicole sobre su preparación para el Dagéki World karate Championship de Canadá, donde se impuso en el primer puesto de la categoría Kumite Elite, título que replicó recientemente en Bolivia, en la Copa América celebrada en Santa Cruz de la Sierra.
El talento y la perseverancia de Paulina Moya
El viaje de exponentes como Nicole Zúñiga en el karate ha sido una fuente de inspiración para Paulina Moya, cuya perseverancia y destreza la han llevado a alcanzar destacados logros en competiciones. Aunque comenzó más tarde que muchas de sus compañeras, su dedicación y notable talento le permitieron construir un sendero sólido en el deporte en un tiempo relativamente corto.
Tras finalizar un taller de defensa personal e Impulsada por la senpai, Violeta Cerna, Paulina decidió dedicarse de manera profesional a la práctica del karate “No importa cuándo empieces en esta disciplina; los logros son posibles, dependiendo de tus objetivos. El camino es riguroso. Empecé entrenando uno o dos días a la semana, luego aumenté a tres días y, a veces, incluso más”, explicó la competidora.
A pesar de realizar una pausa en su entrenamiento debido a un duelo personal, Paulina decidió retomar este arte marcial en el último tiempo. Puntualmente, este 2024, su disciplina la llevó a conquistar el primer lugar en la categoría Adultas Novicias en el Mundial de Canadá. “Fue una experiencia maravillosa, a pesar del choque cultural y los recursos limitados. La gente nos trató bien, conocimos a otros competidores y adquirimos nuevas herramientas para nuestro día a día”, comentó con entusiasmo. Además, en agosto, Paulina sumó un tercer lugar en la misma categoría en la Copa América de Bolivia.
“Estoy motivada a perfeccionar mi técnica y seguir participando en torneos. Los recursos siempre han sido limitados y hemos tenido que costear pasajes e implementos, entonces nos gustaría recibir más apoyo. Hemos tenido respaldo de la Municipalidad, pero siempre es difícil conseguir recursos. Representamos al país y es importante apoyar el deporte”, agregó.
Amei Collao: inspirando desde los espacios formativos
La motivación de Paulina Moya se entrelaza con la visión de Amei Collao, quien, a través de su compromiso con la formación de nuevas karatecas, cree firmemente que el karate femenino en Chile puede seguir ganando notoriedad. Desde sus inicios a los cuatro años, influenciada por su padre e instructor, Amei también ha sido testigo de la evolución de la disciplina.
“Me crié con el karate gracias a mi papá, quien me lo inculcó como defensa personal. Con el tiempo, me enamoré de este deporte y regresé oficialmente en 2012 con el objetivo de competir”, recordó Collao.
En sus primeros años, la participación femenina en el karate era limitada. Amei recuerda que, en su infancia, a veces se reorganizaban las categorías para permitir la competencia entre mujeres. Sin embargo, los tiempos han cambiado. “Hoy, los prejuicios han disminuido y más chicas tienen referentes en el karate. Ver a mujeres en posiciones de liderazgo ha ayudado a motivar a nuevas generaciones”, señaló.
Este avance se reflejó en la organización del primer torneo nacional exclusivamente femenino en Chile, un evento histórico con casi 100 competidoras que Amei lideró. “Logramos hacer el primer torneo nacional solo femenino y ahora pensamos en organizar un torneo internacional que celebre y potencie la participación femenina en el karate”, planteó.
Aunque Collao también ha enfrentado retos importantes, como dificultades económicas y logísticas, el desempeño de sus alumnas en el torneo internacional realizado en mayo en Canadá fue sobresaliente. “Las chicas no dejaban de ganar, obteniendo primeros y segundos lugares; fue realmente sorprendente. Creo que es crucial apoyar a los deportistas durante todo su proceso, especialmente a estas jóvenes que están empezando. Proporcionarles oportunidades ahora es esencial porque, en 10 años, estarán a otro nivel”, comentó la entrenadora, quien recientemente en agosto, obtuvo el segundo lugar en Kumite Avanzadas y el tercer lugar en la categoría de Kata Avanzadas en la Copa América de Bolivia.
Más apoyo
A medida que las karatecas chilenas continúan superando barreras y logrando éxitos en el ámbito internacional, el futuro del karate femenino en Chile se presenta lleno de promesas, pero también de retos significativos. A pesar del respaldo recibido hasta ahora de entidades como la Municipalidad, el Gobierno Regional y el Consejo Regional de Antofagasta, junto con el apoyo de particulares, la realidad es que aún persiste una necesidad apremiante de apoyo económico para garantizar la continuidad y el crecimiento sostenido del deporte.
En esa línea, Nicole Zúñiga, Paulina Moya y Amei Collao coinciden en que el apoyo financiero es un pilar fundamental para su desarrollo. “Necesitamos un poco más de apoyo, especialmente en el ámbito económico para nuestros viajes. Usualmente organizamos bingos y rifas para recaudar fondos, ya que hay muchos gastos relacionados con alimentación y preparación. La idea es, a futuro, volver a ser campeona mundial, para que no quede como una anécdota”, sostuvo la actual campeona mundial.
El objetivo no es solo replicar los éxitos alcanzados en competencias anteriores, sino consolidar un futuro en el que el karate femenino chileno pueda seguir escalando en los desafíos internacionales con igualdad de condiciones y sin barreras.
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