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Palpa, la innovadora herramienta que empodera a las mujeres para la detección temprana del cáncer de mama

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Josefa Cortés es la creadora de Palpa, un dispositivo innovador con un propósito profundamente personal y social: ayudar a las mujeres a conocer su cuerpo y empoderarlas en la prevención del cáncer de mama a través del autoexamen. La idea nació a partir de la historia de Jovita, una mujer cercana a Josefa, quien detectó una anomalía en su seno pero la dejó pasar por varios años, hasta que finalmente fue diagnosticada. Esta experiencia marcó un punto de inflexión en la vida de Josefa, impulsándola a crear una herramienta que facilitara la detección temprana de posibles anomalías mamarias y evitar que otras mujeres vivieran una situación similar. En un contexto donde la educación sobre el autoexamen sigue siendo un desafío, especialmente entre las más jóvenes, Palpa surge como una respuesta sencilla y accesible para llenar ese vacío. En esta conversación, Josefa nos comparte cómo comenzó este proyecto, los retos que ha enfrentado en su camino como emprendedora y sus sueños para seguir expandiendo Palpa, con el objetivo de hacer un impacto real en la salud de muchas más mujeres.

Eres diseñadora. ¿Cómo llegó el tema del emprendimiento a tu vida y en qué momento decidiste lanzarte a crear tu propio proyecto?

—En mi familia, el emprendimiento siempre ha estado muy presente, por lo que lo vi como algo posible en mi camino profesional. Siempre imaginé haciendo algo. De hecho, en la universidad, comencé varios emprendimientos pequeños, como una florería y un servicio de limpieza para casas y fiestas con unas amigas. Cuando tenía que desarrollar mi proyecto de título, decidí enfocarlo en la historia de la Jovita y así diseñé este producto. Nunca pensé que se lanzaría a la venta, pero gracias a los distintos fondos que fui ganando, tomé la decisión de hacerlo más profesional y emprender con ello.

¿Puedes contarnos más sobre la historia detrás de Palpa? ¿Qué motivó el desarrollo de esta iniciativa?

—Jovita es como parte de mi familia, y cuando sintió una anomalía en su mama, solo fue a revisarse años después, en 2019. Le diagnosticaron cáncer de mama en una fase avanzada. Esto me motivó a crear un producto que ayudara a las mujeres a identificar anomalías. El proyecto se desarrolló junto a cirujanos, oncólogos y especialistas en cáncer de mama. También investigué por qué muchas mujeres no se autoexaminan, qué pasa con las que no pueden hacerse mamografías y con las menores de 40 años, cuyas cifras de diagnóstico aumentan. Me pregunté qué se podía hacer al respecto.

La idea fue diseñar un producto que apoyara el autoexamen de manera accesible, amigable y sin generar temor. Después de un año de trabajo, terminé la primera versión poco antes de la pandemia, lo que me llevó a desarrollarlo profesionalmente.

¿Consideras que las mujeres jóvenes no están tan familiarizadas con la idea del autoexamen? ¿Cómo Palpa está ayudando a cambiar esto?

—Creo que muchas mujeres no son conscientes de la importancia de realizar el autoexamen mensual, ya que no se les enseña, ni en la casa ni en el colegio. Aunque durante el mes de concientización sobre el cáncer de mama, se habla más del tema, hace falta un llamado más a la acción y proporcionar más herramientas a las mujeres.

Palpa ayuda a entender cómo es una anomalía, y eso empodera a la mujer para querer palparse. Además, facilita el autoexamen, ya que al llenarse de jabón, este se distribuye a través de la esponja, permitiendo una aplicación más fácil en el cuerpo y haciendo el autoexamen de mama mucho más sencillo. También, como lo tengo en la ducha, es más fácil recordarlo y hacerlo parte de la rutina diaria. Por estas razones, Palpa ayuda a que las mujeres se autoexaminen de manera más habitual y aprendan a conocer su cuerpo.

¿Qué desafíos se han presentado en el camino para seguir creciendo?

—Ha sido un camino de altibajos, de mucho proceso y retroalimentación. Lanzar el producto cuando me titulé fue una cosa, pero convertirlo en una empresa fue algo completamente distinto. La primera etapa, con incubadoras y fondos, nos ayudó a estructurar la idea, el modelo de negocio y a pilotear. Ese piloto nos mostró que había muchas empresas interesadas.

Luego, armamos un modelo de ventas al por mayor. Esa fase de pilotaje fue incierta, lanzarnos con lo que teníamos, un producto que no funcionaba perfecto, pero fue clave para lo que vino más adelante. Después levantamos capital para lanzar la empresa, armar una producción a gran escala y acercarnos a las empresas.

Así comencé a armar un equipo, lo que también conlleva muchas responsabilidades. La pandemia trajo desafíos adicionales, como la imposibilidad de traer materiales del extranjero, por lo que toda la producción se hizo en Chile. Eso se resolvió más tarde, pero en general, siempre hubo desafíos.

¿Cómo ha sido la recepción del público con respecto a Palpa? ¿Algún comentario o historia que te haya impactado?

—Palpa tiene algo único: la simplicidad con la que transmitimos información clara, precisa y de fuentes confiables. Esto ha tenido una muy buena recepción entre las mujeres que participan en nuestras charlas, ya que, por primera vez, entienden términos que les habían explicado muchas veces de manera excesivamente médica. Nos permite llegar a toda la población.

Siempre recibimos muchos comentarios, sobre todo después de las charlas. Hay historias tan notables como la de un hombre que detectó su cáncer de mama gracias a Palpa, o mujeres menores de 40 años que también lo han detectado. Nos escriben para decirnos que gracias a Palpa lo han podido identificar. Esos son los testimonios que más nos impactan, porque son la manera más tangible de ver que nuestro trabajo está aportando. Sin embargo, creo que el impacto de Palpa va mucho más allá de la persona que quizás detectó su cáncer a tiempo; es el cambio cultural que estamos generando, el hecho de que este tema se esté hablando mucho más.

¿Qué proyectos tienen para el próximo año? ¿Cómo planean seguir creciendo?

—Creemos que debe ser una transición orgánica, donde Palpa empiece a tocar otros temas del cuidado de la mujer. Con herramientas educativas simples, podemos fomentar el autocuidado y ayudar a detectar problemas a tiempo. Lo que se viene para 2025 y lo que queda de 2024 es potenciar otras áreas en las que estamos trabajando, como cáncer de piel, menopausia, el ciclo de la mujer. El cáncer de mama siempre será nuestro corazón, pero hacia allá va Palpa, entregando herramientas educativas tangibles.

¿Qué mensaje te gustaría dejar a las lectoras de Empoderadas?

—Me gustaría invitar a las emprendedoras a que, si están ideando un producto, lo lancen lo antes posible. A mí me sirvió mucho escuchar eso, porque esa primera versión, aunque no sea perfecta, es lo que te permite aprender y mejorar.

Si no hubiera hecho ese primer piloto de Palpa, tal vez nunca habría existido, porque si me hubiese lanzado con un gran producto y en grandes cantidades, me hubiera dado cuenta de que no funcionaba bien, lo cual hubiera supuesto un costo mucho mayor sin vuelta atrás. El atreverse y dar ese primer paso fue clave para mí.

A las mujeres en general, les diría que empiecen a informarse más sobre su salud. Creo que la educación y la información son fundamentales para la detección temprana. Ya existen los exámenes, pero si no entendemos la razón detrás, es difícil tomar acción. En este caso, la información es poder.

Si quieres conocer más sobre esta iniciativa , te invitamos a ingresar a palpa.cl

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