Comparte y corre la voz

Autoestima en la maternidad: el arte de cuidarse para cuidar mejor

Plantilla columnas y noticias (11)

La maternidad es una experiencia profundamente transformadora. Desde el momento en que una mujer se convierte en madre, experimenta una conexión y una entrega única con su hijo. Sin embargo, este nuevo rol también viene acompañado de una serie de desafíos físicos, emocionales y mentales que pueden afectar la percepción que tiene de sí misma y su autoestima. En muchas ocasiones, la prioridad de cuidar a los hijos hace que las propias necesidades queden en segundo plano, lo cual puede tener efectos en la salud emocional de la madre.

La autoestima en la maternidad está relacionada con el valor que una mujer se da a sí misma en este rol, y con la capacidad de reconocer sus cualidades y logros como madre. Es común que, en esta etapa, las madres sientan la presión de cumplir con altos estándares, propios, familiares o sociales, que exigen ser “perfectas”. Este sentimiento de perfección puede ser agotador y, en lugar de fortalecer su autoconfianza, muchas mujeres comienzan a cuestionarse y a compararse con otras, lo que puede erosionar su autoestima.

Los Desafíos de la autoestima en la maternidad

Durante la maternidad, es común que las madres enfrenten cambios físicos y emocionales. El cuerpo experimenta transformaciones, y el cambio de ritmo de vida, así como la constante demanda de atención, puede llevar al agotamiento. Esto puede afectar la percepción que una mujer tiene de sí misma y generar sentimientos de insuficiencia o inseguridad. Además, la autocrítica suele intensificarse. Una madre puede pensar que no está «dando la talla» o que podría estar haciendo más. Este tipo de pensamiento puede afectar su bienestar y, eventualmente, impactar la relación con sus hijos.

El Papel de la autoestima en la crianza

La autoestima saludable en una madre no solo es fundamental para su bienestar, sino también para el de sus hijos. Una madre que se siente bien consigo misma y reconoce su valor es capaz de proyectar confianza, equilibrio y serenidad a su entorno familiar. Los niños aprenden de los ejemplos que ven, y una madre con una autoestima sólida puede enseñarles a valorarse y a tener autocompasión.

Fortalecer la autoestima no significa que una madre deba ser perfecta, sino que debe aprender a reconocer y celebrar sus logros, incluso los pequeños. También es esencial que encuentre el equilibrio entre sus responsabilidades y el autocuidado. Contar con una red de apoyo, ya sea familiar, de amigos o profesional, es fundamental para que una madre pueda cuidar de sí misma sin sentir culpa, pues el autocuidado no es un acto de egoísmo, sino una herramienta para poder cuidar mejor de los demás.

Consejos para Fortalecer la Autoestima en la Maternidad

  1. Aceptar que la perfección no existe: Nadie es perfecto, y cada madre es única. Compararse constantemente con otras madres o con modelos idealizados puede ser destructivo. Aceptar que la perfección no es real y que cada experiencia es válida puede ser liberador y motivador.
  2. Reconocer los propios logros: Cada día, las madres enfrentan desafíos y realizan acciones que son dignas de reconocimiento, aunque no siempre sean visibles. Desde mantener la calma ante una situación difícil hasta preparar una comida saludable, estos pequeños logros son pasos importantes. Reconocer estos logros en el día a día ayuda a construir una autoestima más sólida.
  3. Tener espacios para el autocuidado: Tomarse tiempo para una actividad que disfrute —ya sea leer, hacer ejercicio o salir a caminar— puede marcar una gran diferencia. La maternidad es demandante, pero encontrar unos minutos al día para recargar energías permite que una madre se sienta renovada.
  4. Buscar una red de apoyo: Contar con el apoyo de personas que comprendan los retos de la maternidad es vital. Esta red puede incluir desde familiares y amigos hasta grupos de madres que comparten experiencias similares. Hablar con otros ayuda a reducir la autocrítica y a sentir que no está sola en este camino.
  5. Practicar la autocompasión: La autocompasión implica ser amable consigo misma, reconocer que, como todos, merece respeto y comprensión. La autocompasión ayuda a aliviar la presión de ser una madre perfecta y a recordar que cada día es una oportunidad para aprender y mejorar.

Ejercicio Práctico: Diario de logros y gratitud

Para ayudar a fortalecer la autoestima en la maternidad, aquí tienes un ejercicio sencillo que puede hacer una gran diferencia:

  1. Tiempo diario: Dedica entre 5 y 10 minutos cada noche antes de dormir para escribir en un cuaderno o diario.
  2. Anota tus logros del día: Escribe al menos 3 cosas que hayas hecho bien durante el día. No es necesario que sean logros extraordinarios. Pueden ser cosas tan simples como «me tomé un momento para respirar y calmarme», «jugué con mi hijo un rato» o «preparé una comida balanceada». Reconocer estos logros diarios, por pequeños que parezcan, ayuda a fortalecer la confianza en tus capacidades.
  3. Practica la gratitud: Además de los logros, escribe 3 cosas por las que estés agradecida. Puedes enfocarte en aspectos positivos de tu vida como madre, de tus hijos o incluso de ti misma. La gratitud te ayuda a enfocarte en lo positivo y a recordar que eres suficiente tal como eres.
  4. Reflexiona semanalmente: Al final de cada semana, toma unos minutos para leer lo que has escrito. Reflexiona sobre tus logros y observa los patrones de gratitud. Esta revisión semanal te ayudará a recordar lo mucho que has logrado y cómo cada acción cuenta, reforzando tu autoestima y permitiéndote ver tus avances de manera clara.

Este ejercicio promueve la autovaloración y recuerda que incluso las pequeñas acciones son significativas. Al tomar conciencia de tus esfuerzos y de todo lo positivo que ofreces cada día, comenzarás a sentir que eres una madre valiosa, capaz y suficiente.

En conclusión, la maternidad es una etapa llena de emociones, desafíos y aprendizajes. Fortalecer la autoestima en esta fase es fundamental no solo para el bienestar de la madre, sino también para el de los hijos. El autocuidado no es egoísmo, sino un acto de amor que puede ser una herramienta poderosa para disfrutar de esta etapa tan especial. Para las madres, reconocer su valor y aprender a apreciarse es un camino constante. Al permitirse ser humanas, aceptando sus propias imperfecciones y reconociendo sus logros, cada madre puede construir una autoestima sólida que le permita vivir la maternidad con plenitud y alegría.

Por Macarena Silva Catalán, coach y mentora en empoderamiento femenino.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

+ noticias y columnas