Comparte y corre la voz

El núcleo de todo negocio

fullsizeoutput_7f60

Hoy entiendo que un emprendimiento solo tiene éxito cuando se convierte en la solución al problema del cliente. Si nuestras propuestas no resuenan con sus necesidades reales y están basadas en suposiciones, el fracaso se vuelve inevitable.

Por ello, escuchar al cliente no es opcional; es el núcleo de todo negocio que aspire a prosperar. Este acto esencial no solo nos permite comprender los dolores de nuestros clientes, sino que también nos proporciona las claves para ofrecerles, en el momento adecuado, aquello que realmente necesitan. Pues al abrirnos a escuchar y observar con atención, construimos un puente de confianza basado en la empatía, una conexión que se convierte en el fundamento del éxito.

Es en este contexto donde la Retina Emprendedora entra en acción. Con su enfoque único, nos enseña a ver más allá de lo evidente, combinando la humildad de escuchar con intención y la estructura necesaria para interpretar correctamente las señales. Este proceso implica dejar de lado las suposiciones y avanzar con el arte de persuadir desde la honestidad. Así, la Retina Emprendedora no solo transforma nuestra manera de observar, sino también la forma en que interactuamos con nuestro público.

Cuando activamos la Retina Emprendedora, dejamos de ser simples emprendedores que intentan vender sus servicios o productos y nos convertimos en guías confiables, personas capaces de iluminar el camino de quienes buscan soluciones a sus problemas.

Para ilustrarlo, imagina a una emprendedora que lucha por conectar con su público. Ha intentado todo: estrategias en redes sociales, descuentos atractivos, participación en ferias de emprendimiento e incluso pagar publicidad en plataformas como Meta. Sin embargo, nada parece funcionar. Como resultado, se siente estancada, frustrada y cada vez más desconectada de su propósito, llegando incluso a pensar que el problema podría ser ella misma.

Sin embargo, al activar su Retina Emprendedora, algo cambia. Al aprender a escuchar con atención, estructura y empatía, no solo descubre lo que sus clientes realmente necesitan, sino que también encuentra el lenguaje adecuado para hablarles directamente a sus deseos y preocupaciones.

Porque cuando escuchamos de verdad y con una metodología clara, pasamos de luchar por atraer clientes, a convertirnos en un imán para ellos. Las diferencias son evidentes: relaciones más genuinas, ventas más sólidas y un impacto positivo que trasciende los números y transforma vidas.

Al final del día, la clave está frente a nosotros: escuchar.

Por  Geraldine Manríquez Plaza, profesora de emprendimiento.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

+ noticias y columnas