Créditos: Pablo Ortiz. Fotografía: Wladimir Espinoza
Una propuesta que no escatima en simbolismos, recursos vocales ni producción. Así podría describirse “Ojalá”, la nueva canción de Bitácora Celeste (o Catalina Parra), que se estrena solo cuatro meses después de su último single.
Si “Gesto de Amor” era una invitación a aceptar la pérdida, y “Arde” un desgarrador fluir de la conciencia, “Ojalá” viene a demostrar la madurez sonora de Parra, quien asume el desafío de caracterizar teatral y vocalmente el “tocar fondo” en un estado depresivo.
“¿Qué es lo que tengo que ver, qué es lo que falta por resolver?” expresa Bitácora Celeste en el estribillo de su nuevo sencillo, como forma de describir ese oscuro clímax, del que poco se habla, con todas sus aristas. Tal es el caso de la evasión y las conductas autodestructivas, reflejadas por Parra al cantar “Ojalá, pudiera arrancarme el corazón, dejármelo afuera, borrarme entera”.
“Dentro de tanto dolor, nebulosas y desapego por la vida, lo que más queremos es ser comprendidos, que alguien llegue y nos diga que todo estará bien”. Esa es la reflexión colectiva -en contexto de pandemia- que Catalina quiso traspasar al arte, como vehículo expresivo.
Un desafío nada menor que asumió la cantautora, y que sienta un nuevo precedente en los seis años de su carrera musical, que ha desfilado por importantes escenarios como la versión 2021 del “Rockódromo”, “Sesiones Caracol” y “Purokefest”, entre otros.
Dos experiencias: una misma canción
El video, ya disponible en YouTube, de “Ojalá”, sumerge al espectador en una experiencia performática que emplea proyecciones (a cargo de Jorge Arancibia de “Rocinante Producciones”), telas y dos paletas de colores claramente perceptibles.
Esto contrasta con la segunda versión del video, planteada como una “sesión en vivo” del tema, cuyo estreno tuvo lugar el 23 de junio. Se trata de una propuesta distinta, que funciona como complemento del primer metraje, al centrarse en la sonoridad de la canción y en la interacción que tiene la voz de Parra con los instrumentos que la acompañan.
El resultado de un trabajo sistemático
Si en un momento, las -ya conocidas- dificultades producto de la pandemia amenazaron con pausar gran parte de la actividad creativa y cultural, el trabajo de Catalina demuestra que esa etapa, al menos para ella, está superada.
Y es que la propuesta artística de “Ojalá” (desarrollada en conjunto con la productora Prosa Audiovisual) está acompañada por generosos efectos visuales, que realzan el valor de la composición, tanto en su prosa como en la melódica de la canción, acompañada por Lorenzo Garrido (en el piano) y Valentina Soto (en el violín).
Sobre este trabajo, Catalina expresa que “siento que trabajé con gente de confianza, con amigos o gente que se hizo amiga en el proceso”, a la vez que destaca la belleza de colaborar con personas que creen en ella y su proyecto, y al mismo tiempo, creer en ellas.
“La música es un pilar emocional para mí. Poder compartirla y trabajar con mis amigos, o las personas con las que me siento cómoda, es un privilegio que no esperaba tener hace algunos años”, reflexiona Parra (o “Bitácora Celeste”).
En esa línea, la artista penquista trabaja sin descanso para liberar nuevos videoclips y versiones de sus composiciones, muchas de ellas disponibles en su perfil de Soundcloud y en Spotify.
Quienes deseen acceder a su último material, pueden revisar el videoclip en los siguientes enlaces https://www.youtube.com/watch?v=KyN_2UNNdqw (videoclip de la canción), https://www.youtube.com/watch?v=KQrqqZQwvpg (versión 2 del videoclip)
