Actualmente este es un concepto muy popular en las redes sociales e incluso se ha utilizado de alguna manera como sinónimo de Autoestima, aunque este último es un constructo más técnico del área de la psicología. La autoestima se entiende como un sentimiento hacia una misma, negativo o positivo, construido por la evaluación de las propias características. En cambio, el amor propio viene a resaltar sólo la dimensión positiva de la autovaloración, que es el sentimiento de aceptación y regocijo sobre una misma.
Sin embargo, más que profundizar en las diferencias entre estos conceptos, resulta importante rescatar la valiosa discusión que pone el foco en la autoestima positiva. Este ejercicio es relevante pues promueve al autodiagnóstico respecto al amor propio. De esta manera, es interesante saber cómo estamos en esta dimensión, y así poder prevenir conductas o estados de sufrimiento.
A lo anterior se puede agregar que el cómo nos amamos está estrechamente relacionado con las experiencias vividas en la niñez: “dime cómo te amaron cuando niña y te diré cómo te amas”. En este sentido, es clave la experiencia con el primer amor que fueron nuestras madres, padres o cuidadoras/res principales, es decir, esas figuras que estaban a cargo de brindarnos alimento, refugio, contención, aquellas/os que estuvieron a cargo de nuestro cuidado durante la primera infancia. Si ellas/os te evaluaban constantemente con dureza, es altamente probable que ahora en la adultez te trates internamente con rudeza. Si ellas/os ponían en duda tus capacidades, posiblemente estés constantemente indecisa sobre tus metas o con dudas incesantes sobre tus desempeños.
Cabe preguntarse entonces ¿Se puede mejorar la autoestima? ¿Se puede llegar a aumentar el amor propio? La buena noticia es que sí, todo esto puede cambiar. Lo primero y más importante es que te conozcas, que identifiques los aspectos de ti que quisieras mejorar. Puedes detectar por ejemplo si te autocriticas constantemente con palabras hirientes, si sientes culpa paralizante cada vez que te equivocas o cuando priorizas cubrir tus propias necesidades por sobre las de otros/as, cuando te mantienes en relaciones de maltrato (laborales, de pareja), también cuando tienes dificultades para cuidar de tu salud o cuando se te hace extremadamente complejo poner límites a personas que transgreden acuerdos etc.
Luego de este diagnóstico se pueden intentar cambios como: practicar la auto-compasión como sentimiento amoroso por ti misma, entregándote el perdón interno, y pidiendo ayuda para terminar o poner límites a relaciones tóxicas. Desde aquí, puedes iniciar un camino para construir tu propio estándar de lo que es la belleza, el bien estar, de cómo se deben cumplir los roles, etc. Así volverás a centrarte en descubrir qué necesitas, qué es lo que deseas de otros/as y volverás a sentir tu propia voz. Te sugerimos atender y escuchar tu cuerpo, y aprender a priorizar tus necesidades sin culpa, en un balance justo con las de tus seres amados.
Por Jasna Recabal De la Fuente
TribuTerapeutica ®
Inicio
Facebook: https://www.facebook.com/Tribu-Terapeutica-
Instagram: tributerapeutica