Entregar herramientas para empoderar a niñas y adolescentes es el objetivo que persigue La Asociación de Mujeres Jóvenes por las Ideas (Amuji Chile). Desde sus inicios en 2018, la agrupación sin fines de lucro presidida por Valentina Muñoz se ha propuesto relevar el rol de las mujeres, abriendo más oportunidades en temáticas STEM a fin de reducir las brechas de género y avanzar hacia un espacio más equitativo.
¿Cómo lo hacen? A través de cursos, talleres y charlas gratuitas en áreas como ciencia, tecnología y desarrollo de proyectos bajo un sistema denominado “de niñas para niñas”, jóvenes de distintas edades se involucran en la ejecución de estas actividades, entendiendo que el protagonismo debe comenzar desde la escolaridad para romper con aquellos límites impuestos por la sociedad desde la infancia. De acuerdo un estudio publicado por la revista Science, debido a la instalación de estereotipos, las niñas desde los seis años comienzan a autopercibirse como menos brillantes que los niños en áreas como las matemáticas, lo que en lo sucesivo determinaría las decisiones de ellas al momento de escoger una carrera.
Sin embargo, una de las jóvenes que quiso terminar con esta tendencia fue la co-fundadora y presidenta de Amuji, Valentina Muñoz, quien a los 12 años decidió entrar al mundo de la programación y hoy ya cuenta con una destacada trayectoria que incluye los títulos de tricampeona regional, campeona nacional y mundial del concurso de robótica First Lego League, además de ser elegida como una de las siete jóvenes más influyentes del país (2020) y embajadora de Unicef, Onu Mujeres, Inspiring Girls, entre otras organizaciones.
La visión de Valentina
“Soy una convencida de que la tecnología es un medio para mejorar la calidad de vida de las personas; me impacta ver cómo puede abrir espacios de conexión, comunicación e interacción, y simplificar procesos que hace un par de años lucían infinitos. Pero sobre todo me apasiona la tecnología como una forma de innovar entorno a incalculables posibilidades: La mayoría de las tecnologías más básicas con las que contamos hoy en día parecían imposibles antes de que alguien las creara. ¿Poder hablar mediante voz con alguien que está al otro lado del mundo? ¡Impensable! Eso es la tecnología para mí, es como un tipo de magia” comenta Valentina sobre su gran pasión, una que también se mezcla con el activismo y la idea de poder de impactar y generar grandes cambios a nivel social.
“No sabría decir en qué momento me volví activista, pero hoy puedo decir que lo soy porque veo a la Vale del pasado y a la Vale que soy ahora, y veo que soy una persona que piensa y actúa en colectivo, lo que ya es una gran diferencia” reflexionó Valentina, quien piensa el activismo como una decisión de vida que implica integrar una manifestación o lucha y compartirlo constantemente con la comunidad, generando diálogos y redes que coaccionen por una misma causa.
Frente a la pandemia
En esa línea, para Muñoz, es de suma importancia que las niñas, niños y adolescentes sean considerados como los protagonistas del presente, además de entender que tienen problemáticas, ideas y proyectos que necesitan espacios de visibilización. “Creo que el primer paso es ver a las niñes como iguales, preguntarles su opinión de manera seria y con ánimo de escuchar y acoger. Compartir y difundir historias reales de personas jóvenes que han generado cambios importantes a nivel social, o que son destacadas en algún área, creo que también es una forma muy efectiva de que nuestro entorno comience a validar el potencial ciudadano de la niñez y juventud” destaca la presidenta de Amuji Chile.
Por lo mismo frente a la pandemia, frenar sus objetivos como organización y su línea de acción está fuera de todo alcance. De ahí que surge la iniciativa Amujipedia, plataforma que tiene como propósito incentivar y apoyar la educación de jóvenes frente al contexto nacional, implementando un sistema de aprendizaje alternativo con información, clases y cápsulas sobre brechas de género, emprendimiento social, educación sexual, educación cívica además del contenido complementario a las ramas curriculares comunes.
Acciones como esta forman parte de una nueva forma de pensar las plataformas digitales e interactuar a través de ellas. “Gracias a la pandemia, estamos atravesando una transformación digital acelerada. Mientras que en 2018, se proyectaba que una empresa tardaba entre 3 y 4 años en promedio en concretar su transformación digital, a 2021 esa cifra cayó a un promedio de 40 días, lo que denota que la transformación digital se aceleró 27 veces. E incluso, si vemos el impacto que el Covid generó en términos de uso de la plataforma Zoom la cual triplicó sus descargas en tan sólo dos meses de iniciada la pandemia global” señala Valentina Muñoz, quien agrega que aunque hoy el rol de la tecnología ha cobrado gran importancia para mantener la comunicación, o inclusive convertirse en nuestras escuelas y lugares de trabajo, esta arista también supone un nuevo desafío: La brecha digital.
“Si bien la tecnología y el ciberespacio se han apropiado de nuestras formas de funcionar casi por completo, ¿hemos tenido todas las personas un acceso equitativo, inclusivo e integral a esta transformación digital? Creo que en este punto el rol de la tecnología varía completamente dependiendo de las circunstancias en la que nos encontremos, pues, así como nos está entregando un abanico de oportunidades, la pandemia ha sido una intersección completa a las problemáticas socioeconómicas y la tecnología ha actuado también como un conductor de ello.” Entrega como reflexión final Valentina Muñoz.
Para conocer más sobre Amuji, visitar la página de Instagram @Amuji_org, donde están disponibles los links para acceder al voluntariado, el blog, amujipedia o más información sobre las actividades en desarrollo.
