Con la llegada del mes de septiembre, se conmemoran más de 200 años del inicio del proceso de independencia de Chile, una festividad que rinde homenaje a nuestras tradiciones y a los personajes que han forjado la identidad del país. Sin embargo, en medio de estas celebraciones, hay un legado cultural que merece ser destacado con mayor fuerza: el de las cantautoras chilenas.
Durante las fiestas patrias, no solo se debe celebrar a los personajes históricos en un nivel político, sino que también hay que recordar a quienes han usado el arte como canal para visualizar la voz de las luchas de Chile. En especial, en un discurso de conmemoración que ha relegado a las mujeres, es imprescindible reconocer la huella imborrable de las cantautoras chilenas, tanto históricas como actuales, que, mediante la cultura, construyen un puente entre generaciones y clases sociales.
En este sentido, al hablar de música, es imposible no mencionar a Violeta Parra, una figura icónica para el folclore chileno. Hija de una familia tradicional del sur de Chile, Violeta vivió su infancia en distintas localidades de la región de Ñuble. Sus composiciones y recopilaciones fueron un punto de referencia para el posterior desarrollo de la música nacional de las mujeres.
Asimismo, la cantautora Ana María Miranda tuvo un rol fundamental luego del Golpe de Estado, grabando canciones durante su exilio, lo que le permitió volver a Chile en 1978 para llevar su canto a cárceles, poblaciones y festivales, en los cuales reflejó el compromiso de las mujeres en la lucha, más allá de la esfera política.
También, Gabriela Pizarro fue una artista histórica chilena que aportó desde diferentes áreas: fue folclorista, investigadora, docente y cantautora. Se la considera una de las principales investigadoras e influyentes del folclore chileno. Inspirando a usar la música como una herramienta para el cambio y la reflexión social, Gabriela inspiró y apoyó a otras mujeres en la industria musical para conseguir un espacio respetado en el ámbito musical.
Por otro lado, pero no menos importante, están las cantautoras chilenas actuales que también, desde diferentes veredas, han aportado en la lucha por el empoderamiento femenino. Existen cientos de nombres; entre ellas, nos encontramos con Mon Laferte, una de las artistas más destacadas de la música contemporánea en Latinoamérica. A través de canciones como «Tu falta de querer» y «Amor completo», no solo explora el amor y las relaciones, sino que también celebra la fuerza y la autonomía de las mujeres. Además, ha utilizado su plataforma para abogar por causas sociales, participando en manifestaciones y usando su influencia para apoyar movimientos feministas.
En la misma línea está Anita Tijoux, destacada figura del rap y música alternativa de nuestro país. Ha logrado ser una de las pioneras de la lucha por el espacio femenino en el rap latinoamericano. Con temas musicales como “Partir de cero”, Anita busca destacar la fuerza y la capacidad de las mujeres para superar adversidades y cuestionar estructuras de poder patriarcales, dejando una invitación no solo al empoderamiento femenino, sino también a la reflexión sobre temas sociales y políticos.
Finalmente, también es importante mencionar a Denisse Rosenthal, quien utiliza su plataforma artística para promover mensajes de autoaceptación, igualdad de género y empoderamiento femenino. Considerada una figura pública activa en luchas sociales, Denisse utiliza su voz y letras para ir en defensa de causas feministas y sociales, incluyendo la denuncia de la violencia de género y la desigualdad.
Las artistas chilenas históricas y actuales representan un rol fundamental en el desarrollo cultural y social de Chile. Su legado trasciende la música, ya que sus voces y letras han sido y continúan siendo un canal de visualizar el cambio y la resistencia, conectando el pasado con el presente y permitiendo imaginar un futuro para aquellas voces que han sido silenciadas históricamente. Durante este mes de celebración, es indispensable recordar que el arte también es parte de las razones de conmemoración, ya que la cultura juega un papel crucial en nuestra identidad. Además, no hay que olvidar las artistas chilenas son protagonistas de una narrativa que no podemos dejar de contar.
Por Mariagracia Lorca Valdés , estudiante de Periodismo, Universidad de Concepción.
