El mundo de la ingeniería en Chile ha sido un mundo reservado en su mayoría sólo para hombres. No obstante, nuestro país tuvo el honor de ostentar a nuestra primera ingeniera en la historia de Chile y el continente. Nos referimos a Doña Justicia Espada Acuña Mena (1893-1980), egresada de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile en 1919.
Nacida el 14 de enero de 1893, Justicia Espada Acuña Mena efectuó sus estudios secundarios en el Liceo de Aplicación de Santiago (en una sección para mujeres) e ingresó a la carrera de Pedagogía en Matemáticas en la Universidad de Chile, para luego, en 1912 cambiarse a la carrera de la Ingeniería Civil de la citada casa de estudios.
El 15 de diciembre de 1919, Justicia Acuña se tituló de ingeniera con un “Proyecto de Resistencia de Materiales”. Su vida laboral se inició en la Empresa de Ferrocarriles del Estado, específicamente en el cálculo de puentes. No fue un trabajo fácil, puesto que el rubro era exclusivo para hombres, además del machismo imperante hacia las mujeres, que se materializaba en el trato despectivo y poco cordial a ellas. Se dudada por parte de ellos de las capacidades que podrían tener en este tipo de trabajos. Empero doña Justicia Acuña demostró tener las aptitudes suficientes para tan compleja labor.
Su excelente trabajo como ingeniera la llevó, posteriormente, a ejercer como calculista en el Departamento de Vías y Obras, donde se mantuvo en el puesto hasta su jubilación en 1954. En 1981 el Colegio de Ingenieros de Chile la incluyó en su “Galería de Ingenieros Ilustres” y más tarde, en 1990, el Instituto de Ingenieros instauró el premio Justicia Acuña que se otorga cada dos años a una mujer destacada del rubro.
Doña Justicia Espada Acuña no sólo tiene el mérito de ser la primera ingeniera en nuestra historia, también sentó el precedente para que otras mujeres puedan ingresar a este interesante mundo, del cual en el presente son un pilar fundamental de la ingeniería nacional.
Fuente información Memoria Chilena.