¿Cuándo es el día del padre?, es una pregunta que hemos escuchado en los últimos días, y sin duda llama nuestra atención. ¿Por qué no recordamos esa fecha? Sabemos, por tradición cultural y experiencia, como si estuviese en nuestro ADN, que el 10 de mayo se conmemora el Día Nacional de la Madre, pero ¿cuándo es el Día Oficial del Padre en nuestro país? Parece ser una interrogante de mayor dificultad.
El 19 de junio fue declarado Día Nacional del Padre según el Decreto N° 1110 promulgado el 18 de octubre de 1976. Sin embargo, es una fecha que, a nuestro juicio, no tendría una connotación personal, familiar y social equivalente al “Día de la Madre”. Desde la experiencia en el estudio de las paternidades, nos aventuramos a la tarea de intentar dar posibles explicaciones ante esta situación.
Desde nuestra organización familiar tradicional, es la madre la principal cuidadora de los hijos e hijas, ese es su rol, independiente de cumplir o no una actividad laboral remunerada. A su vez, al padre se le ha asignado el rol de proveedor, asumiendo la responsabilidad de generar los recursos económicos para cubrir las distintas necesidades de sus hijos/as y de la familia en general. Este hecho ubica a los padres como segundos cuidadores, después de las madres.
Así entonces, si la mayoría de los padres asume el rol o intenta cumplir el rol de proveedor (mención aparte los padres que no pagan las pensiones de alimentos), trasladándose incluso a otras regiones o países en búsqueda de un empleo, o extendiendo sus jornadas de trabajo con el fin de generar los ingresos necesarios para su familia, ¿por qué hablamos de padres ausentes por el trabajo? ¿es que el proveer no es cuidar? como nos dice el Dr. Juan Guillermo Figueroa.
Las transformaciones que ha experimentado la paternidad en las últimas décadas asociadas a los diversos cambios sociales, culturales y políticos que trajo consigo la modernidad, parece que hace que como sociedad esperemos más de los padres. Así, cada vez se escucha con más fuerza el llamado a una corresponsabilidad parental, por padres involucrados activamente en el cuidado y la crianza de los y las hijos/as, es decir hoy por hoy pareciera que “solo ser proveedor” ya no es suficiente para cumplir con el rol social y culturalmente esperado de los hombres padres.
Pero acá quisiéramos detenernos, no podemos negar que los padres se ven expuestos a una serie de contradicciones en cuanto a su rol paterno, ya que los cambios sociales y culturales no son tan rápidos como anhelamos. Los resultados del Informe del PNUD (2019) que analizó los cambios en materia de igualdad de género en Chile en el período 2009-2018 concluye que las actividades prácticas realizadas por hombres y mujeres presentan tendencias de cambio y continuidad. Ante ello los últimos informes del estado de la paternidad en el mundo (Barker et al., 2021) y en América Latina y El Caribe (IPPF/WHR y Promundo, 2017), exponen que para lograr una paternidad activa se requiere avanzar en la superación de barreras estructurales, como normas sociales y roles de género, condiciones laborales y división sexual del trabajo, todas las cuales, en mayor o menor grado, sujetan a hombres y mujeres a los papeles tradicionales.
Los resultados del Censo 2002 y 2017 evidencian un rasgo incipiente en nuestro país, que posiblemente no hemos dimensionado, y que refiere a una leve tendencia al aumento de hogares monoparentales con jefatura masculina (INE, 2018), lo que también se identifica en América Latina, observándose que 1 de cada 10 hogares monoparentales están integrados por padres con hijos/as (Ullmann et al., 2014), familias en las cuales vemos a hombres como principales cuidadores de sus hijos/as. Tales cambios funcionales irán avanzando pese a las limitaciones estructurales que actualmente lo dificultan y que, por trabajar y proveer para asegurar el necesario bienestar físico, psicológico y social de su familia, lo terminan aislando de la misma, deteriorando la relación, dificultando el vínculo afectivo con sus hijos/as y el mejor despliegue de su rol de cuidador en igualdad de condiciones que la madre. Pronto celebraremos en igualdad de condiciones, los datos actuales parecen indicar que ese día ya viene llegando.
Por María Oyarzún y Alejandro Reyes, académicos de Trabajo Social y Psicología, Universidad Santo Tomás sede Concepción.